viernes, 7 de diciembre de 2007

Un hombre de campo

Por Nicolás Jaureguiber


Un día Nicolás, un señor que vivió durante mucho tiempo en el campo, se le ocurrió conocer la ciudad. Aunque él vivía muy lejos, no le importó hacer ese viaje largo. Después de varios días de pensar y pensar se decidió y luego de casi cuatro días, finalmente llegó.
En la ciudad vio muchas luces y escuchó demasiados ruidos, cosa que él no estaba acostumbrado a escuchar. Pero se sintió fascinado, ya que parecía de otro mundo todo lo que veía, y sin tener miedo ni vergüenza empezó a recorrer la cuidad.
Había hospitales, supermercados, colegios, videojuegos, etc. Quiso conocer cada lugar que le llamaba la atención. Entró y miró con cara de sorprendido, la gente lo miraba y se preguntaba de dónde podría ser esta persona ya que tenia una ropa muy rara y una forma de caminar y hablar distinta. Después de un tiempo en la ciudad empezó a hacer amigos y les preguntaba qué eran las tantas cosas que los rodeaban. Y paseó varios días por la gran ciudad preguntándose, ¿por qué a tanta gente le gusta vivir de esta manera? ¿por qué les gusta convivir con tantos ruidos e intoxicación?
«Espero que algún día se den cuenta del mal que esto ocasiona. En la ciudad tratan todos los días de evolucionar teniendo cada vez más cosas, sin darse cuenta que con lo que tienen ya les alcanza», reflexionó Nicolás. Y luego dijo: «Yo ahora me vuelvo al campo, pero espero que el día que vengan mis nietos a la ciudad esto haya cambiado y no vean lo que está causando el intento de evolución del hombre sin pensar en los demás». Entonces se tomó el primer micro hacia el lugar donde vivía y al llegar se encontró con la mujer y los hijos que eran muy chiquitos. Y luego de saludarse les contó un cuento llamado «Un Hombre De Campo».

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